Una guía para familias que ayudará a entender el uso de la pornografía de los adolescentes, con estrategias de prevención y ayuda para orientar a sus hijos e hijas en una educación afectivo-sexual sana.

El acceso a la información en nuestros días ha facilitado que la población joven pueda acceder a contenidos pornográficos o la pornografía en la red y, con ello, deteriorar su dimensión afectivo sexual, por tener más al alcance una información para la que no tiene madurez suficiente de procesar.

La educación de la dimensión afectivo sexual es crucial en cualquiera, más si cabe, en esta población joven que queremos atender prioritariamente. Cada vez es más urgente llegar a tiempo. Anticiparse es fundamental para prevenir.

Con esta intención se ha trabajado esta guía, con el objetivo de ser una ayuda para aquellos padres que quieren comprometerse más en el bienestar emocional de sus hijos. En particular, para las familias que tiene dudas sobre cómo abordar una conversación con sus hijos adolescentes sobre la pornografía en el uso de las redes, aplicaciones y dispositivos.

La presente Guía para las familias, “Adolescentes y uso de pornografía”es una herramienta de gran utilidad, imprescindible en el día a día en el siempre complejo mundo de las relaciones interpersonales que se hacen presentes entre padres e hijos. Un mundo que da cuenta de lo que supone crecer. Y ayudar a crecer. Y saber acompañar en este proceso.

Crecer y madurar. Dos conceptos aparentemente sencillos de capturar y entender. Dos conceptos, sin embargo, que suponen generalmente no pocos desvelos, incertidumbres, dudas, enfados y angustias. Aprender a interpretar el contexto en el que nos desenvolvemos no es una experiencia sencilla. Y tampoco lo es, sin duda, contribuir a hacerlo de manera adecuada. No sin errores ni caídas, por supuesto. Pero en el contexto de un desarrollo saludable y respetuoso.

Esta Guía pretende ayudar a las familias en el difícil proceso que padres y madres exploramos y transitamos cada día cuando pensamos en nuestros hijos e hijas. Cuando les explicamos, les contamos, les damos nuestra opinión. También cuando mostramos nuestro desacuerdo con sus cosas, sus conductas, lo que piensan, hacen o dice. Y, por supuesto, cuando intentamos abrirles vías de lectura e interpretación de lo que supone vivir. Y vivir con otros. Siempre desde el respeto y el cuidado.

Descarga aquí el documento «Guía para familias: adolescentes y uso de pornografía«.

Fuente: www.unir.net