La explotación sexual es una forma de violencia sexual y una grave vulneración de los derechos humanos, así como una manifestación de la discriminación estructural por motivos de género y de edad.

Las violencias sexuales constituyen quizá una de las violaciones de los derechos humanos más habituales y ocultas de cuantas se cometen en la sociedad española, que afectan de manera específica y desproporcionada a las mujeres y a las niñas. Para su erradicación es necesario promover cambios en los modos de comportamiento socioculturales, que hagan posible eliminar estereotipos de género y cualquier práctica basada en la idea de la inferioridad de las mujeres o de la infancia.

El Comité CEDAW alerta acerca de la “vulnerabilidad adicional de las niñas debido a la intersección de las características de sexo y edad, y recuerda que las víctimas infantiles de la trata tienen derecho a mayores protecciones sustantivas y procesales en virtud del derecho internacional”.

A pesar de los avances, la mayor parte de los casos de explotación sexual y trata con fines de explotación sexual siguen pasando inadvertidos, especialmente cuando las víctimas son menores de edad. Por ello, un desafío común a las diferentes administraciones públicas con competencias en la materia es la elaboración de estudios y la recogida y publicación de datos acerca de la magnitud de la trata y la explotación sexual, con especial atención a la cometida contra personas menores de edad.

Descarga aquí el «Plan de acción contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes del sistema de protección a la infancia«

Fuente: www.mdsocialesa2030.gob.es