El objetivo del presente informe es poner a disposición información actualizada sobre la situación de las mujeres con discapacidad, que nos permita identificar y conocer las herramientas necesarias para hacer frente a las discriminaciones y situaciones de violencia que vivimos y para detectarlas y, si es posible, abordarlas antes de que se produzcan.

La ONU calcula que entre 1,5 y 3 millones de mujeres y niñas son asesinadas cada año en contextos de violencia de género. A su vez, se estima que el 35 % de las mujeres de todo el mundo ha vivido situaciones de violencia física o sexual en algún momento de su vida.

Cuando a esta desigualdad estructural común se unen otros rasgos de discriminación como la discapacidad, la desigualdad se agrava y se manifiesta la discriminación interseccional. No existe un solo factor de discriminación, sino que todas las características en su conjunto llevan a la invisibilización, que se traduce en una mayor vulnerabilidad para el ejercicio de derechos y la participación social.

Y es en esta realidad, en la que mujeres y niñas con discapacidad constantemente viven situaciones de violencia que afectan los distintos ámbitos de su vida diaria, entornos familiares, institucionales, educativos y laborales.

El ámbito sanitario es frecuentado por las mujeres y niñas con discapacidad, en algunos casos, ya sea por dependencia o sobreprotección, incluso con mayor asiduidad que otros entornos sociales o educativos. Por ello, es fundamental que los equipos sociosanitarios conozcan los indicadores de violencia, los procesos de intervención con mujeres con discapacidad, las prácticas nocivas para la salud y la integridad de las mismas, tanto como de los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad en el acceso a la salud.

El objetivo del presente informe es poner a disposición información actualizada sobre la situación de las mujeres con discapacidad, que nos permita identificar y conocer las herramientas necesarias para hacer frente a las discriminaciones y situaciones de violencia que vivimos y para detectarlas y, si es posible, abordarlas antes de que se produzcan.

Conocer nuestra realidad es la mejor herramienta para trabajar conjuntamente en la erradicación de cualquier forma de violencia. Somos responsables de generar redes que faciliten el acceso a recursos dirigidos a empoderar y garantizar el ejercicio de derechos de todas las personas en la sociedad, contribuyendo así a una sociedad más justa e igualitaria.

Descarga el Informe Final «Estudio para la prevención e identificación de situaciones de violencia hacia las mujeres y niñas con discapacidad desde el ámbito sanitario«

Fuente: www.cemudis.org