La incorporación de un nuevo alumno/a (especialmente si es extranjero) no suele ser sencilla y crea situaciones de ansiedad, inseguridad o rechazo que obviamente influirá en la futura socialización del/la niño/a en el centro. Las primeras impresiones son muy importantes, el primer contacto influirá y marcará la integración y las relaciones futuras del alumno/a y de su familia con el centro, por lo tanto debemos concretar el recibimiento y la acogida para que sea lo más favorable posible.

Pongámonos por un momento en la piel de una familia recién llegada: montones de trámites legales y administrativos por hacer, necesidad de buscar vivienda, trabajo y escuela para sus hijos/as… y todo ello, en un entorno desconocido, muy diferente al suyo, con un idioma que no entiende, con distintas exigencias sociales (a veces difíciles de entender para ella), con probables problemas económicos y con el trasfondo de un fuerte desarraigo (con el impacto emocional que ello supone). Todo el mundo puede entender su situación y la importancia de acogerlas debidamente.
Añadamos a ello otra consideración: la integración y participación de las familias en los centros conlleva, siempre, mejores resultados. Está, hoy, muy estudiada la relación entre esta participación y el rendimiento global del centro (reducción fracaso escolar, mejor relación equidad-excelencia, mayor satisfacción del alumnado y el profesorado…). Necesitamos, pues, que las familias (cuantas más, mejor, y eso incluye a las familias migrantes) estén integradas y sean lo más participativas posible.
Esta Guía de Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) pretende ayudar a la integración de las familias migrantes en el centro educativo a través de un protocolo de cogida.