Día Europeo de la Solidaridad entre Generaciones
Hoy, conmemoramos el Día Europeo de la Solidaridad entre Generaciones (29 de abril), más que nunca ante una coyuntura de crisis sanitaria por la pandemia global del COVID-19.
Vivimos en un momento crítico para la humanidad, que supondrá cambios profundos en nuestros estilos de vida, acompasados por mucha pedagogía social en aras la creación de ecosistemas adaptados a una nueva normalidad social. Habrá un antes y después para todo y todos tras esta pandemia global del COVID-19, que debería impulsarnos más conciencia ecológica para prevenir errores con efectos devastadores para quienes somos acogidos por la Madre Tierra.
Más allá de discursos catastrofistas, considero que las actuales circunstancias extraordinarias forjaran la memoria colectiva de las próximas generaciones a lo largo del siglo XXI. Como observador social pronostico que las biografías más impactadas por este confinamiento doméstico a escala global son las generaciones de personas adultas mayores y de menores. Por un lado, este virus tan contagioso entre personas sin distinción alguna, resulta más letal en determinados segmentos de la población vulnerables como son las personas de edades avanzadas. Y por otro, las posibles secuelas psicológicas en los cerebros infantiles ante la falta de estímulos adecuados en su socialización y los cambios radicales en sus rutinas familiares y escolares. Abuelos y abuelas con nietos y nietas mantienen sus relaciones desde la distancia física impuesta a través de aplicaciones telemáticas, lo cual no está deteriorando los sentimientos recíprocos entre sendas generaciones, todo lo contrario, reforzarán otras formas de sociabilidad e interacción interpersonal.
Los adultos futuros, hoy niños y niñas, rememorarán esta experiencia vital de incertidumbres y miedos compartidos, pero también como días de pensamientos y emociones positivas tras descubrir que este tiempo prorrogado permitió reconocer al vecindario, recuperar aficiones y reinventar otras, revivir las relaciones familiares, recrear un mundo mejor desde la imaginación de pequeños y mayores en los hogares… ¿Qué más podemos pedir? Ciertamente, cada familia está viviendo este confinamiento doméstico en distintas condiciones, como reflejan las brechas sociales existentes, y que ahora denuncian las administraciones y agentes sociales con preocupación institucional en la reconstrucción de una sociedad dañada en su salud pública con efectos en otros ámbitos. La colaboración es necesaria para lograr una calidad de vida democratizada de igualdad y cohesión social para frenar el avance de patologías sociales como la discriminación racista, sexista y edadista, además de las diferentes formas de violencia estructural en España.
Concluyo, aplaudiendo el comportamiento sobresaliente de peques y mayores en sus hogares, ejerciendo con responsabilidad y disciplina social una nueva forma de solidaridad intergeneracional para combatir unidos contra el COVID-19. La infancia ha aprendido la importancia de la solidaridad entre generaciones para afrontar los desafíos de una sociedad envejecida que cuide de nuestra vejez. Los niños y las niñas, testigos de este cambio de época, serán los líderes en la nueva arquitectura de barrios, pueblos y ciudades amigables para todas las edades.
Fdo. Santiago Cambero Rivero
Director del Comité Científico del Observatorio FIEX (Observatorio de las Familias y la Infancia de Extremadura)