La dieta audiovisual ofertada en la programación infantil televisiva. Un análisis de contenido de las series de ficción con perspectiva de género y las opiniones de de los agentes sociales.

La Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales -CIMA- promueve investigaciones sociales que buscan mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, de ahí el estudio que a continuación se presenta a propósito de lo que la infancia ve diariamente en las pantallas.
La elección del estudio sobre la programación televisiva para la infancia viene motivada por concernir a uno de los grupos que mayor consumo hace de los medios audiovisuales, al tiempo de ser también el más vulnerable a los mensajes que éstos emiten. Todo ello se recrudece si se tiene en cuenta que nuestro país en 2021 seguía ocupando la primera posición en Europa en horas de consumo de televisión, con una media de 219 minutos (3,7 horas) al día. En concreto, los datos televisivos sobre la infancia dicen que “los niños españoles de entre 4 y 12 años pasan una media de 2 horas y 38 minutos al día frente a la tele”, un consumo también de los más altos de Europa.
La infancia, como es de sobras conocido, es un grupo particularmente indefenso a los contenidos mediáticos personalidad. En el aprenden cuál es su valor en el mundo, por lo que es imperativo que el contenido que consumen sea lo más próximo a una convivencia real en valores humanos y democráticos.
Este estudio se ha preguntado cómo de próxima o lejana está la programación respecto a estos valores y qué opinión tienen los agentes sociales que intervienen, desde la producción, la programación y el control audiovisual, sobre lo que se emite y que ven los más pequeños. Para dar respuesta a estos dos interrogantes se ha recurrido, en primer lugar, al empleo del Análisis de Contenido para el tratamiento de una muestra representativa de las series infantiles mejor valoradas por el público, con el objetivo de medir los posibles sesgos en la representación de las relaciones de género y de la diversidad social, poniendo especial atención sobre los comportamientos que pudieran alentar hacia la violencia. Y en segundo lugar, se ha contado con un diseño cualitativo, a través de entrevistas semi-estructuradas, que ha permitido detectar las opiniones e imágenes que, sobre la actual dieta del audiovisual en España, tienen dichos agentes sociales.